Iglesia de San Francesco - Cuenca

La historia de Cuenca y el culto a Cristo descansan bien resguardados en estos fuertes muros.
Esta iglesia es una de las más importantes del Ciudad de cuenca. La fachada con vistas a un pequeño atrio sur, tiene un cuerpo de estilo neoclásico presencia importante. Robustas pilastras, rematadas por elaborados capiteles y cornisas, acentúan la horizontalidad del cuerpo, en el que la puerta principal se abre en el centro con un tratamiento abocinado.
En el centro se encuentra la esbelta torre de estilo barroco. En él destacan tres elementos: la base, el cuerpo con ventanas divididas y la cúpula coronada por la linterna. La torre con su verticalidad y el cuerpo del primer piso con su dirección horizontal, producen una sensación de equilibrio.
Los franciscanos llegaron con el Fundación Cuenca y se ubicaron originalmente en el lugar donde se ubica la actual iglesia. El volumen de las naves fue reconstruido a finales del siglo pasado y la torre se completó en 1930. El convento, con una arquitectura que mantiene el mismo lenguaje que la iglesia, se terminó en 1920.
El resultado estilístico de la fachada es una síntesis ecléctica bien hecha con rasgos neoclásicos y barrocos. Las naves laterales de la iglesia son de planta basilical y están armoniosamente ligadas al frontispicio, pues su cuerpo tiene una rica decoración exterior de similar estilo. Destacan los grandes ventanales formados por pequeñas aberturas, las balaustradas que rematan el techo abuhardillado y la puerta lateral con un tratamiento neoclásico.
Toda la arquitectura de la iglesia resume una unidad estilística que puede interpretarse como ecléctica, como una suma compleja de lo neoclásico y lo barroco.
El elemento más valioso de la iglesia es sin duda el retablo barroco del siglo XVII; es un poema místico hecho obra de arte con la presencia de la mesa, los tres cuerpos y las cinco calles.
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